El mercado nos ofrece un sinfín de posibilidades a la hora de adquirir las persianas para nuestra casa o negocio. En general y a la hora de elegir, se tienen en cuenta aspectos como el tamaño, la funcionalidad, el precio, el diseño y, por supuesto, el material. El objetivo es hacernos con un producto que satisfaga nuestras necesidades, que sea funcional y, al mismo tiempo, estético. La madera, el aluminio y el PVC son algunos de los materiales más empleados en el sector de la persiana. A continuación, analizamos las ventajas y desventajas de cada uno de ellos.
Persianas de madera
La madera es una alternativa económica y muy agradable desde el punto de vista estético. Estamos ante un material que denota clasicismo, calor de hogar y que resulta ideal para crear ambientes acogedores y antiguos. La robustez y la facilidad para aplicar múltiples colores son otras de las ventajas de este producto.
Pero las maderas, naturales o no, también presentan ciertos inconvenientes. Deben ser barnizadas al menos una vez al año, ya que el mantenimiento es fundamental en este caso. La razón estriba en que este material es extraordinariamente sensible a la humedad y a las variaciones climatológicas.
Por si todo esto fuera poco, las persianas de madera son propicias para albergar diferentes tipos de parásitos y polillas. Este hecho puede desembocar en roturas y deterioros prematuros de los elementos.
Persianas de PVC
El policloruro de vinilo (PVC) es el derivado del plástico más versátil. Es otro de los productos estrella de los fabricantes de persianas, debido a su resistencia, durabilidad y rentabilidad. Además y a diferencia de la madera, apenas precisa mantenimiento, pues soporta a la perfección las inclemencias del tiempo y casi todas las sustancias utilizadas para la limpieza. Otra interesante ventaja del PVC es el aislamiento término y acústico que proporciona.
A pesar de todas estas bondades, el PVC también tiene alguna que otra desventaja. Por ejemplo, con el paso de los años y si permanece expuesto al sol y al calor, el policloruro de vinilo puede terminar agrietado.
El aluminio, por su parte, es un metal ligero no ferromagnético, muy extendido en el sector de las persianas. Entre sus ventajas destacan la seguridad, el aislamiento y su escaso mantenimiento. Igualmente, es un material muy resistente y que aguanta a la perfección la lluvia y los rayos de sol.
Quizás, el contra más destacado del aluminio sea su precio, aunque esta circunstancia se compensa con su durabilidad y fortaleza.
En Zaragoza, Unceta se encarga de instalar y reparar persianas de cualquiera de estos materiales, especialmente de PVC, aluminio y aluminio de seguridad. Una experiencia de más de tres décadas y un servicio rápido y económico garantizan resultados eficientes y adaptados a las necesidades de cada cliente.